Higiene y seguridad laboral: tres pasos útiles para aplicar la seguridad en el trabajo
La base de todo lo relacionado con protección, higiene y seguridad se halla en nosotros mismos. Las estadísticas demuestran que la mayoría de los accidentes son causados por personas que no usan el sentido común, no solo en el terreno laboral, sino en su vida en general. Por eso se dice que el sentido común suele ser el sentido menos usado.
Orden y Limpieza
Es una vieja fórmula que siempre funciona.
La suciedad y el desorden son la fuente de muchos accidentes. Basta imaginar una cocina, un taller, una fábrica en la cual predomine el desorden para darnos una idea de lo que sale de ellos.
El tiempo perdido, el re trabajo, la fuga de materiales y hasta de clientes son claros indicadores de que necesitamos implantar entre todos los involucrados algún programa para estimular el orden y la limpieza.
Además, más que verlo como algo puntual o temporal, debe verse como algo continuo.
En el caso de las empresas, los supervisores directos del personal deben ser claros responsables de lo que suceda, de allí que ganar su participación activa es fundamental para el éxito de esta tarea.
Equipo de Protección Personal
El equipo de protección personal es la primera y quizás la única defensa que muchas veces tenemos frente a un potencial peligro.
Usar casco, gafas de protección, guantes o botas especiales, puede significar la diferencia entre llevar una vida normal o ingresar en la fila de incapacitados o discapacitados, con el consecuente impacto familiar y económico que eso conlleva.
Es sorprendente ver como muchos obreros y artesanos que por sentirse incómodos o acalorados prescinden de su uso.
Lo peor es que más allá de los inconvenientes que esto pueda ocasionar a terceros, es nuestra propia vida la que ponemos en peligro.
Es una actitud insensata e irresponsable. Estimular y vigilar su uso adecuado debe ser una tarea permanente.
Señalización de Emergencia
Independientemente del lugar en que nos encontremos, más aun en aéreas industriales y de exposición a riesgos, debemos saber con exactitud dónde se ubica la salida de emergencia más próxima, dónde está el extintor más cercano o donde se encuentra el botiquín de primeros auxilios.
Implantar un programa de simulacros de desalojo periódicos es quizás la mejor manera de enseñar a empleados, clientes y visitantes cómo reaccionar frente a una emergencia.
Correr hacia el lado incorrecto suele ser el origen de muchas de las lesiones personales ocasionadas en empresas o lugares públicos como cines, teatros o discotecas.
Asegurar el libre acceso a las puertas y salidas de emergencia también es nuestra responsabilidad.
